domingo, 12 de agosto de 2012

Locura, esquizofrenia o demencia precoz



Enfermedad provocada por la bestia diabólica

Por Luis Rey Néquiz
La esquizofrenia es un problema muy frustrante para los profesionales de la salud mental, su causa y su cura “espiritual” siempre han permanecido ocultos en la incertidumbre.
El Jefe del Departamento de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Neurología y Neurociencias, Manuel Velasco Suárez define a la esquizofrenia como enfermedad mental de base hereditaria, caracterizada por delirios, impulsos anormales, persecuciones o paranoia, alucinaciones visuales y auditivas (escuchan voces) perturbación, una distorsión o bien desintegración en el desarrollo de la personalidad, que provoca una manía represiva, neurosis, psicosis con determinados grados de rencor, odio, rebeldía y de inconsistencias de conducta dividida.
Mientras el Diccionario Enciclopédico Santael define ésta enfermedad en “desbalances químicos que afectan el cerebro humano, proveyendo fármacos que estabilizan la química del cerebro, logrando aparentemente, controlar los síntomas más no han podido curar esta enfermedad. También el desorden de ansiedad social, y otras enfermedades en los que las personas padecen terrores”.
Sin embargo, lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible, para sanar al hombre de terrible enfermedad. Podemos leer la palabra de Dios en Éxodo 34:7 cuando dice; “que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera generación”. En esta parte de las escrituras, Dios nos muestra que iniquidad es algo que se hereda. Así, la esquizofrenia es una enfermedad hereditaria, pero es una enfermedad espiritual que tiene cura ante Dios.
Pero, la Biblia sostiene que la esquizofrenia se puede heredar demoníacamente. Es decir que no está en el sistema sanguíneo, ni en los genes, ¡está en los demonios! En otras palabras los demonios buscan perpetuar su linaje y es más de una familia, y no es el psicólogo.
Ante la falta de fe en Dios y parte de la ignorancia del individuo, que prefiere buscar poder en brujos, curanderos, chamanes, espiritistas o espiritualistas, leedores del Tarot, cartomancianos, la medicina “holística”, la hipnosis, y tantos otros medios “alternativos” para solucionar sus problemas físicos.
Es muy peligroso usar estos métodos reprobados por Dios, porque si abrimos la puerta a demonios que invaden nuestro cuerpo y se manifiestan a manera de “voces”, “enfermedades”, “persecuciones” y espíritus suicidas.
Tanto Frank como Ida Mae Hammond, sostiene en su libro “Cerdos en la Sala, que el espíritu control se llama “esquizofrenia” o “doble ánimo (mente). Y que en la Biblia explica sus síntomas que profesionales de la mente lo ignoran, “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:8).
En un lenguaje más amplió de la esquizofrenia se traduce como el “porque siendo como es, un hombre de dos mentes, vacilante, dudoso, irresoluto, es inestable y no puede confiar en él, porque es inseguro en todo, en lo que hacen piensa, siente y dice”.
De acuerdo al significado griego, la esquizofrenia se traduce “de doble ánimo o de dos mentes” que literalmente determina en dos almas. Esta terminología nos conduce a la Sagrada Escritura de Dios, la Biblia para una mayor explicación.
Mae Hamnond asegura que el espíritu de rechazo es el demonio que controla una de las personalidades que está dentro del esquizofrénico. El rechazo muestra un tipo de personalidad en retirada. Se manifiesta como un sentimiento interior, es una agonía interna, es un morir de hambre de amor, es inseguridad, es inferioridad, es fantasía, es irrealidad.
Mientras, la otra personalidad puesta por los demonios conocida como rebeldía, se manifiesta de la siguiente manera; en terquedad, obstinación, egoísmo, agresividad que inviste en ira, amargura, resentimiento, odio, venganza, maltrata y satiriza. La persona es esquizofrénica crea tormentas a su alrededor y contra de su ambiente.
Otras manifestaciones falsas de la personalidad instaladas por los demonios de rebeldía y rechazo son la lujuria, prostitución, inseguridad, inferioridad, autoacusación, obstinación (éste demonio del egoísmo) compromete a la terquedad, el egoísmo y la inestabilidad, acusación, autoengaño con las ilusiones, la autoseducción y el orgullo. Además, los espíritus de celos y envidia, desconfianza, sospecha, miedos, persecuciones y la confrontación con honestidad a todas las cosas, amargura, resentimiento, odio, ira, desquite, venganza, rencor, violencia y homicidio.
La biblia presenta la locura del rey de Babilonia (seiscientos años a.C.), Nabucodonosor II. En libro de Daniel el profeta explica “el sueño y la locura de Nabucodonosor”. El rey sonó que un inmenso árbol había en el centro de la tierra, de gran ramaje y abundante fruto, cobijaba a animales y daba albergue a los pájaros. Un día apareció un vigilante que bajaba del cielo y ordenó que el árbol fuese cortado y sólo se conservara en tierra tronco y raíces.
Daniel lo interpretó y le señaló a Nabucodonosor que aquél era un sueño premonitorio y que lo que representaba era el castigo que acabaría con la grandeza del rey. Doce meses después de este sueño, Nabucodonosor se paseaba por la terraza del palacio real de Babilonia cuando escuchó una voz que le decía: “De entre los hombres serás arrojado, con las bestias del campo morarás, hierbas como los bueyes tendrás por comida y siete tiempos pasarán por ti hasta que reconozcas que El Altísimo domina sobre el reino de los hombres y se lo da a quien le place”.
Y al punto se cumplió la palabra en Nabucodonosor: “fue arrojado de entre los hombres, se alimentó de hierba como los bueyes, su cuerpo fue bañado del rocío del cielo, hasta crecerle los cabellos como pluma de águila y sus uñas como las de las aves “.
“Al cabo del tiempo fijado, yo, Nabucodonosor, levanté los ojos al cielo y la razón volvió a mí: entonces bendije a El Altísimo”.
En el libro primero de Samuel y posteriormente de relatar cómo David venció al filisteo Goliat, David fue presentado a Saúl, primer Rey de Israel y en el pasaje donde “ David despierta la envidia de Saúl”, se relata que con virtud de que las mujeres danzando, cantaban elogios a David, Saúl se irritó a tal grado que decía: “Dan mirada a David y a millares, sólo le falta ser Rey”. Y desde ese día en adelante miraba a David con ojos de envidia.
Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces, tenía Saúl la lanza en la mano. Blandió Saúl la lanza y dijo: “voy a clavar a David en la pared. Pero David lo esquivó dos veces”.
El problema de la esquizofrenia es espiritual, por ello la necesidad de contar con el pecado de nuestros antepasados y pedirle a Dios que nos ayude. “Debemos de confiar en el Señor Todo Poderoso”, quien nos alerta a través de 2 Timoteo 3-26: “Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos voluntad de él”.
Hermanos, si padecen éste tipo de manifestaciones diabólicas, y no han cortado con los lazos de sus antepasados, deben hacerlo para sentir la libertad total la que habla Jesucristo, es necesario buscar el Plan de Salvación con el poder de la sangre de Jesucristo en nosotros; tal y como lo dice en Gálatas 5: 1 “Estad pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujeto al yugo de la esclavitud”. Así, en 1 de Juan 2:1 se asegura “sí alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.
En apocalipsis 12:10 se nos habla de nuestra victoria en estos tiempos que nos tocaron vivir: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo, por que ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios de día y de noche.
Como también en el capítulo 12 versículo 11: “Y ellos le han vendido por medio de la sangre del Cordero y de la Palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta a la muerte”.

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